ChatGPT está matando las búsquedas en Google
ChatGPT como superapp. Impacto sobre las búsquedas, e implicaciones para Google. Modelos de negocio evaporados. Y un poco de brainrot italiano.
De vez en cuando mi hijo me pide que le imprima láminas para colorear. Instrumentos musicales, edificios, cosas así. Este tipo de material es relativamente sencillo de conseguir en Internet.
La semana pasada, sin embargo, me pidió algo que no pude encontrar. Una lámina para pintar a Tung Tung Tung Sahur, uno de los personajes del trend del momento entre la generación alpha, el Italian Brainrot (he puesto enlaces, pero creedme, no queréis caer en esa madriguera de conejo).
La ausencia de láminas disponibles supuso un reto, y como buen techie, me puse manos a la obra para conseguirle el dibujo a mi hijo. Y no fue muy difícil aprovechando la IA. Simplemente abrí ChatGPT, le pasé una imagen a color del personaje, y le pedí que creara una lámina para pintar.
Luego hice algo parecido con otro personaje, Tralarelo Tralara, un tiburón que calza tres zapatillas Nike. En esta ocasión, sí encontré una captura de una imagen en baja resolución para colorear, así que le pedí que la escalara primero, y luego, que limpiara el grano. Funcionó.
ChatGPT como superapp definitiva
Este ejercicio me dio por pensar en que la caja de texto de ChatGPT es la superapp definitiva. Y también un destructor de modelos de negocio de Internet.
Por ejemplo, para escalar y limpiar el grano de una imagen, previo a ChatGPT, hubiera ido a Google, lanzado un par de búsquedas, y terminado en una de las páginas posicionadas para cada uno de estos términos, quizás consumiendo algo de lo que ofrecen y pagando por ello.
Podríamos decir que ChatGPT le ha sustraído esos ingresos a esos negocios, quienes seguro están notando una disminución de tráfico notable en los últimos tiempos. El problema es, ¿cuántas otras cosas puede hacer ChatGPT directamente desde su caja de texto? ¿Cuántos otros modelos de negocio puede erradicar?
Así a bote pronto, se me ocurren:
Manipulación de imágenes (escalar, recortar, mejorar, cambiar el estilo…)
Manipulación de pdfs (partir, unir, pasar a word, extraer tablas…)
Manipulación de audio y/o vídeo (transcripción, traducción, recortar, subir o bajar el volumen…)
Herramientas técnicas (generación de regex, convertidor de formatos, limpiar datos…)
A mi parecer, es cuestión de tiempo que todos estos servicios desaparezcan por completo. No ya por ChatGPT, sino porque estoy convencido que Google, el dueño de la caja de búsqueda por excelencia, terminará incorporando todas estas funcionalidades en la misma.
El dilema estratégico de Google
Las acciones de Google se llegaron a desplomar un 10% este martes. ¿La causa? Durante uno de los juicios a los que se enfrenta, un VP de Apple dijo que las consultas a la caja de búsqueda de Google en iPhone habían descendido por primera vez en la historia.
Personalmente, no me sorprende. La experiencia de búsqueda es tan superior en cualquier LLM, que a día de hoy el 90% de mis búsquedas empiezan ahí. Da la casualidad que Google me ha entrenado para usar una caja de búsqueda. Y en una obtengo 10 enlaces, generalmente contaminados vía SEO y con publicidad, mientras en la otra una respuesta destilada directa y con la posibilidad de seguir dialogando con la IA sobre el tema. No hay color.
Que nadie dé a Google por enterrada todavía. Sus resultados siguen siendo espectaculares, y ganará dinero a espuertas mientras se siga llevando las búsquedas monetizables: viajes, productos, finanzas, etc.
Pero es cuestión de tiempo que ChatGPT y otros empiecen a incorporar resultados a tiempo real de este tipo en sus respuestas. Por eso es vital que los usuarios sigan buscando en Google, y para eso, van a estar obligados a ofrecer una experiencia similar directamente desde la caja de búsqueda.
En ese momento, cuando busques “partir un pdf en Google”, en lugar de llevarte a quién se haya posicionado para hacerlo, te ofrecerá hacerlo él directamente. Y entonces, llegará el colapso total y absoluto de esos modelos de negocio.
La web abierta agoniza
Este modelo se une a otros heridos de muerte por la inteligencia artificial, como los generadores de logos, almacenes de fotos de stock, o el de la creación de contenidos en abierto.
De este último, ya hablamos premonitoriamente en Diciembre de 2022, en el artículo titulado “Código rojo en la web abierta”:
A esa web abierta se llega a través de los buscadores como Google, en una relación ganar-ganar-ganar, donde en principio tres partes salen beneficiadas:
El usuario que encontraba una respuesta rápida a sus consultas a través de Google u otro buscador.
El creador del contenido, al que Google le llevaba tráfico a través de sus enlaces que posteriormente podía monetizar ya en su medio.
A Google, quién ganaba dinero insertando publicidad en sus páginas de resultados.
Sin embargo, ChatGPT rompe este círculo virtuoso. Lo rompe porque el bot no te lleva a la web del creador del contenido, sino que simplemente lo utiliza como base para que, combinado con el contenido de otros creadores, ofrecerte la mejor respuesta posible.
De esta forma, desaparece el incentivo para crear contenido en abierto. Si ChatGPT o cualquier otro va a aprovecharse de lo que escribas para alimentar a sus modelos sin darte nada a cambio, mi pronóstico es que todo el contenido de calidad se terminará yendo detrás de un muro de pago.
Matthew Prince, CEO de Cloudflare, una de las empresas de infraestructura y seguridad claves en Internet, aportó a este respecto otro dato definitivo la semana pasada: el ratio entre páginas rastreadas y visitas se está desplomando.
La inteligencia artificial va a cambiar fundamentalmente el modelo de negocio de la web. El modelo de negocio de la web durante los últimos 15 años ha sido la búsqueda. De una forma u otra, la búsqueda impulsa todo lo que ocurre en línea. Si miramos atrás, hace 10 años, cuando hacías una búsqueda en Google, obtenías una lista de 10 enlaces azules. Y tenemos datos sobre cómo procesaba Google esos 10 enlaces azules. El dato era que por cada dos páginas de un sitio web que Google rastreaba, enviaba un visitante. Es decir, dos páginas rastreadas equivalía a obtener un visitante. Ese era el intercambio.
Durante ese período de 10 años, algunas cosas han cambiado en Google. Una cosa que no ha cambiado es la tasa de rastreo. Siguen rastreando exactamente al mismo ritmo que lo hacían durante ese tiempo. Pero ahora se necesitan seis páginas rastreadas para conseguir un visitante. ¿Qué ha cambiado? La respuesta es que hoy en día, el 75 % de las consultas que se hacen en Google se responden sin que salgas de Google, se responden en esa misma página. Por ejemplo, si preguntas “¿Cuándo fundó David Rubenstein Carlyle?”, hace unos 10 años te llevaría a una página de Wikipedia o algo similar. Hoy, la respuesta aparece directamente en la página y no tienes que ir a ningún otro sitio.
La consecuencia de eso es que los creadores de contenido original, aquellos que crean ese contenido, si obtenían valor vendiendo suscripciones, mostrando anuncios o simplemente por el ego de saber que alguien está leyendo su trabajo, ese valor se ha perdido. Ha desaparecido por completo. Y esa es la buena noticia. Porque si hace 10 años la proporción en Google era de 2 a 1, hoy es de 6 a 1. ¿Cuál crees que es para OpenAI? 250 a 1. ¿Y para Anthropic? 6.000 a 1. Así que el modelo de negocio de la web no puede sobrevivir si no hay algún cambio. Porque cada vez más, las respuestas a las preguntas que haces no te llevarán a la fuente original, sino a alguna derivada de esa fuente. Y si los creadores de contenido no pueden obtener valor de lo que hacen, entonces dejarán de crear contenido original.
Y creo que las empresas de IA más inteligentes —Sam Altman en OpenAI y otras— lo entienden. Pero al mismo tiempo, él no puede ser el único que pague por contenido cuando todos los demás lo obtienen gratis. Así que algo tiene que cambiar en ese modelo de negocio. — Fuente: Youtube.
Por cierto, que te rastreen tampoco es gratis. Te hace incurrir en unos costes, que hasta ahora sufragabas con los ingresos de los visitantes. Si los visitantes no llegan, el coste te puede hacer cerrar el negocio directamente.
Conclusiones y perspectivas futuras
¿Dónde nos lleva todo esto? Francamente, no lo sé. Como usuario, aún siendo perfectamente conocedor de las implicaciones, no puedo dejar de utilizar los LLMs. La experiencia es sencillamente superior, lo que termina elevando mi productividad.
Lo que también sé es que el Internet con el que he crecido está tocado de muerte. Creadores de contenido y modelos de negocios completos se ven amenazados por las mismas cajas de texto que hasta hace poco alimentaban sus ingresos llevándoles visitantes.
Me gustaría pensar que aquellos creadores que de verdad hacen contenido de calidad, van a seguir existiendo, porque encontrarán formas alternativas de monetización. El problema es que hablamos del 1%. La gran masa, la clase media, carecerá de incentivos por crear salvo los proporcionados por las mismas plataformas, lo que favorecerá los jardines cerrados en detrimento de una Internet abierta y plural.
¿Y los modelos de negocio? Se podría argumentar que si tu modelo consistía en crear un wrapper de un comando y posicionarlo, no te puedes extrañar si te desintermedian desde la caja de búsqueda. Tu negocio era poco defendible, y los mismos que te llevaban el tráfico, te lo van ahora a quitar. C’est la vie. Ahora bien, ¿dónde se detiene esto? ¿Qué negocio es defendible en la era de la IA?
sobre las conclusiones, si el contenido original no paga costes volveran los paywalls.
Buen artículo.
Me encanta la web porque es uno de los pocos resquicios que tenemos de código en el lado del cliente. HTML y CSS del que el usuario puede adueñarse. En mi opinión, todo tiende a terminales tontos conectados a la nube, aplicaciones integradas en los dispositivos e incapacidad del usuario para elegir lo que consume.