Pornhub y el Internet con el que crecí
La verificación de la mayoría de edad obligatoria será una de las transformaciones más profundas de Internet en la próxima década.
Wired publicaba esta semana una curiosa noticia: Pornhub urge a los gigantes tecnológicos a implementar la verificación de edad basada en dispositivos.
En cartas enviadas a Apple, Google y Microsoft, la empresa matriz de Pornhub instó a las gigantes tecnológicas a apoyar la verificación de edad basada en dispositivos en sus tiendas de aplicaciones y en todos sus sistemas operativos, según ha podido saber WIRED.
“Basándonos en nuestra experiencia real con las leyes vigentes de verificación de edad, apoyamos firmemente la iniciativa para proteger a los menores en línea. Sin embargo, hemos constatado que los sistemas de verificación de edad basados en sitios web presentan deficiencias fundamentales y resultan contraproducentes”, reza la carta enviada por Anthony Penhale, director jurídico de Aylo, empresa propietaria de Pornhub, Brazzers, Redtube y YouPorn.
El problema al que Pornhub se está enfrentando es que estamos entrando en una nueva era de Internet: la era de la verificación de la mayoría de edad. Hasta 25 estados en EE.UU. y otros tantos países como Reino Unido, y próximamente Europa, están redactando leyes que obligan a plataformas como Pornhub a verificar la edad de sus visitantes con el objetivo de impedir que menores accedan a sus contenidos.
¿El resultado para aquellas empresas que cumplan la ley? Una caída en tráfico de hasta el 80% según la propia experiencia de Pornhub en Luisiana y Reino Unido, dos de los primeros territorios donde la empresa ha comenzado a aplicar la verificación.
La empresa no sólo enfrenta la pérdida de tráfico, sino que además es responsable de costear los sistemas de verificación de edad y la posible responsabilidad de que estos no funcionen. Visto así, es perfectamente entendible que quiera desviar esta obligación a las plataformas.
La era de la verificación de la mayoría de edad
No sólo los sitios adultos se están enfrentando al reto de verificar la mayoría de edad de sus usuarios. Plataformas como Roblox, espacio de juego para muchísimos menores, se están enfrentando al mismo dilema.

Y es que, hasta el momento, tres estados en EE.UU. han demandado a Roblox: Luisiana, Florida y Texas. Las principales argumentaciones de las fiscalías giran en torno a dos aspectos fundamentales:
Presencia de depredadores: La acusación más grave es que la plataforma se ha convertido en un “caldo de cultivo” para depredadores sexuales que se hacen pasar por menores para interactuar con niños. Alegan que Roblox no tiene medidas de seguridad suficientes para evitar que estos adultos malintencionados contacten y se aprovechen de los menores de edad, en muchos casos invitándolos a chatear en plataformas externas como Discord para solicitar contenido sexualmente explícito.
Carencia de sistemas de verificación de edad y moderación adecuados: Los estados critican la falta de sistemas de verificación de edad sólidos, lo que permite a los adultos simular ser adolescentes o niños, y a los menores acceder a funciones o experiencias inapropiadas. Apuntan también a fallos en la moderación de contenido, permitiendo la circulación de material explícito o la simulación de conductas sexuales en “experiencias” (juegos) creadas por usuarios.
Las demandas buscan compensaciones económicas y, más importante, que la compañía implemente cambios significativos en sus políticas y tecnologías de seguridad.
En respuesta a estas demandas y la polémica suscitada alrededor de las mismas, Roblox ha empezado a actuar reforzando sus sistemas de moderación automática e implementando un sistema de verificación de edad. El sistema, que está en fase de pruebas y será desplegado al 100% a partir del 1 de Enero, funciona así:
Todos los usuarios tienen las funciones de chat desactivadas.
Para poder activarlas, necesitas activar la cámara y pasar por un reconocimiento facial automatizado.
El sistema entonces te asigna una edad estimada.
En función de tu edad, Roblox te coloca en un grupo y sólo puedes chatear con aquellos en tu misma franja de edad:
Menores de 9 años
De 9 a 12
De 13 a 15
De 16 a 17
De 18 a 20
20+
Siendo honestos, es un sistema agresivo. Roblox no está simplemente cumpliendo con lo mínimo, que sería separar a los niños de los adultos, sino que va un paso más allá agrupándolos por edades. Algo debe haber visto o estar anticipando, pues este sistema impactará inevitablemente en su negocio, limitando artificialmente la liquidez y rentabilidad de sus juegos más sociales. De hecho, sus acciones acumulan una caída de más del 35% en los últimos 3 meses.
Otra compañía que ha tenido que implementar sistemas de verificación de edad recientemente es Discord. La UK Online Safety Act de Reino Unido les ha obligado a introducir un sistema de escaneo facial similar al de Roblox. Así, los usuarios de Discord en Reino Unido necesitan verificar su mayoría de edad si quieren acceder a canales que puedan contener material adulto.
Es un hecho que las legislaciones están convergiendo, y pronto la verificación de edad será una obligación en cualquier plataforma en la que menores y adultos puedan interactuar: Reddit, Youtube, TikTok, Instagram… o dicho de otra forma, Internet va camino de partirse en dos: el de los menores y el de los adultos.
El Internet con el que crecí
¿Por qué es necesaria la verificación de mayoría de edad ahora si nunca lo ha sido? Es una pregunta lógica. Echando la vista atrás, yo también crecí con Internet y diría que no he acabado tan mal. Sin embargo, tras razonarlo, la realidad es que el Internet con el que me crié era muy distinto al que puede acceder hoy mi hijo. Era un Internet:
Lento, más relajado: los módems de 56 kb no dejaban mucho ancho de banda para imágenes, no digamos ya vídeos. Era un internet basado en texto principalmente.
Más intencional: no había algoritmos. Si buscabas algo podías encontrarlo o no encontrarlo, pero raramente caerías en un círculo vicioso de contenido no relacionado con lo que habías ido a hacer.
Menos adictivo: las mejores mentes del planeta no trabajaban para aumentar mi engagement. Conectarte an Internet cortaba el teléfono fijo de casa, así que había desconexiones forzadas cuando tu padre llegaba del trabajo.
Donde había menos contenido extremo: la poca capacidad de ancho de banda que imposibilitaba la transmisión de vídeo evitaba que sitios como Pornhub existiesen por lo que la cantidad de contenido adulto era mucho más limitada.
Con menos menores: Un ordenador no era algo tan ubicuo como lo es ahora. Por supuesto, los móviles con conexión a Internet ni existían. Esto retrasaba naturalmente la edad de contacto con Internet al momento en que podías acceder al ordenador familiar, si es que lo había.
En contraposición, el Internet al que se tienen que enfrentar hoy día nuestros hijos es muy distinto, y en cierto modo, aterrador. Es un Internet:
Ubicuo: Internet está en todas partes. Ordenadores, móviles, tablets, televisores… a poco que te despistes tu hijo puede estar consumiendo contenido basura en Youtube donde menos te lo esperas.
Sobreestimulante: Siendo un niño, entrar en Internet hoy en día es lo más parecido a hacerlo en un casino. Todo compite por llamar tu atención. Los dibujos infantiles te bombardean con canciones, colores llamativos, cambios de plano y movimiento constante.
Pasivo: Entrar en Internet en el pasado era un acto deliberado. Tenías que buscar y encontrar qué consumir. Hoy en día, no hay que pensar. Los algoritmos se encargan de analizar tus gustos y servirte el contenido que más tiempo te vaya a tener enganchado, sea bueno para tu salud mental o no.
Donde cualquier clase de contenido explícito está a un click: la facilidad con la que hoy en día puedes acabar viendo los vídeos más extremos, casi hasta por accidente o empujado por los algoritmos, es ciertamente pasmosa.
Optimizado: todo producto que se precie, especialmente los dedicados a los niños, incorporan el modelo acción/recompensa para que te enganches cuanto más mejor.
En definitiva, el Internet de hoy me parece un orden de magnitud más peligroso para los niños de lo que era con el que yo crecí. Visto de esta forma, la era de la verificación obligatoria de la mayoría de edad es inevitable. Hay muy buenas razones para separar a los niños del contenido adulto y el mercado ha demostrado ser incapaz de hacerlo por sí mismo.
Un posible contra argumento podría ser que existen los controles parentales y que debería ser responsabilidad de cada familia controlar el uso que hace su hijo de la red. En un mundo ideal, me alinearía con esta idea, pero la realidad es que:
Los sistemas de control parental son en general bastante pobres e incompatibles entre sí.
La mayoría de padres no están preparados para establecerlos correctamente, ya sea por capacidades, o por simple tiempo.
Consecuencias de la era de la verificación
Como en el caso de Pornhub, con caídas de hasta el 80% de tráfico, es evidente que la verificación de edad obligatoria en Internet va a tener consecuencias sobre ciertas tipologías de sitios y modelos de negocio:
Los sitios de temática adulta: muy pocos usuarios van a querer hacerse un escáner facial o subir cualquier tipo de documentación para entrar a una web de temática adulta.
Discord, Reddit y otras comunidades donde el anonimato es importante: por cada creador de contenido en estas plataformas, hay 99 que sólo lo consumen. Si desde ahora van a tener que verificar su edad para acceder a contenido NSFW, es muy posible que no lo hagan y el tráfico y los ingresos caigan significativamente.
Comercio electrónico: El sector del comercio electrónico de material restringido a menores también puede sufrir un golpe, pues muchas compras impulsivas (alcohol, tabaco, material erótico…) incorporarán un paso adicional de verificación de mayoría de edad que añadirá fricción a la experiencia.
Curiosamente, una tipología como los juegos de azar se verá poco afectada, ya que los controles de mayoría de edad ya son por norma obligatorios. Lo mismo con banca y fintech, donde generalmente necesitas una verificación compleja antes de empezar a operar por cuestiones de blanqueo de capitales.
¿Y sectores beneficiados, hay alguno? Sin duda, la regulación también va a dejar grandes ganadores. Por ejemplo:
Proveedores de VPNs: Mientras los controles sean regionales como en Luisiana o Reino Unido, los proveedores de VPN van a hacer su agosto, con cientos de miles de nuevos suscriptores tratando de evitar los procesos de control de acceso.
Los proveedores de servicios de verificación: Otro ganador obvio son los proveedores de servicios de verificación que, mientras no haya una solución global, van a ser la solución por defecto de cientos de empresas.
Todos los que no cumplan la ley: Todas aquellas empresas que directamente no exijan verificación para acceder al material adulto. Empresas generalmente en paraísos fiscales y con estructuras opacas, pueden servir nichos ahora mismo copados por Pornhub y similares.
Este último aspecto, la más que segura aparición de sitios que no van a cumplir en ningún caso la ley es sin duda el punto más oscuro de toda esta iniciativa legislativa. A fin de cuentas, en teoría la piratería es ilegal en muchos territorios, y todos conocemos sitios web desde donde acceder a contenidos protegidos por derecho de autor.
En esta misma línea, el artículo de Wired publica declaraciones de Mike Stabile, director de políticas públicas de la Free Speech Coalition (Coalición por la Libertad de Expresión):
“La verificación basada en plataformas ha sido como la Ley Seca. Observamos cómo el comportamiento del consumidor se desvía de los sitios legales y que cumplen con la normativa hacia sitios extranjeros que no cumplen con ninguna ley ni reglamento. Las leyes de verificación de edad han redirigido a una enorme cantidad de consumidores a sitios con contenido pirateado, pornografía de venganza y material de abuso sexual infantil.”
La ley puede reducir la distribución de estos sitios si las grandes plataformas implementan la verificación de edad obligatoria, pero esto es Internet. Los chavales se van a pasar la URL o directamente la dirección IP del sitio del mismo modo que pasaban las revistas o las cintas de vídeo porno en los 90.
Nos gusté o no, el Internet que conocíamos está cambiando. La verificación de edad no es una moda pasajera ni un capricho regulatorio: es una consecuencia directa del Internet que hemos construido. Más accesible, más adictivo y más extremo. A medida que la tecnología avanza, también debe hacerlo nuestra capacidad para proteger a los más vulnerables.
La verificación de edad será una ruptura, sí, pero también una oportunidad para diseñar mejores prácticas, fortalecer la confianza y crear entornos más sanos para todos. El reto es grande, pero el potencial de mejora lo es aún más.
Adaptarse será incómodo, caro y en ocasiones impopular. Pero negar la realidad no hará que desaparezca. Las empresas que abracen este cambio con innovación y transparencia serán las que lideren el próximo ciclo de Internet.

