Las externalidades negativas del "Pajaporte"
El Gobierno de España implantará una Cartera Digital para verificar la mayoría de edad. Pero no todos los problemas requieren de una solución tecnológica. Analizamos qué puede salir mal.
El tecno-solucionismo es la creencia de que cualquier problema puede resolverse mediante la tecnología. Esta semana en España hemos tenido un ejemplo flagrante con la presentación del proyecto Cartera Digital, un sistema de verificación de mayoría de edad que el gobierno quiere imponer para restringir el acceso de menores a contenido para adultos.
El gobierno propone un proceso a través del cual un usuario se identificará ante la administración para obtener pases, supuestamente anónimos, que utilizará para acceder a las webs de contenido adulto que implementen el sistema.
La propuesta ha sido pasto de memes de todo tipo y ya se le conoce irónicamente como el Pajaporte. Bromas aparte, las críticas más razonadas tienen que ver con la privacidad y la efectividad real de este tipo de medidas para impedir que los menores tengan acceso a material adulto.
El problema existe
Dejando de lado la actuación del gobierno, que dicho sea de paso, tan solo está adelantando la implementación de una medida que será obligatoria en Europa a partir de 2027, la realidad es que, como hombre con acceso a Internet desde los 18 años y consumidor ocasional de porno, sí tengo cierta sensación de que esto se nos ha ido un poco de las manos.
En mi generación, la de los nacidos en los 80, descubrimos el porno a través de revistas físicas y alguna cinta de vídeo que caía en nuestras manos. El contenido era generalmente sexo explícito, pero a un mundo de distancia del tipo de contenido que podemos encontrar hoy en día en cualquier plataforma. Por decirlo de alguna forma, mi percepción es que el contenido era mucho menos degradante para la mujer de lo que es hoy en día.
Y eso, como padre, me preocupa. En Amazon Prime, hay un documental que recomiendo a otros padres y madres llamado Generación Porno. En él, entrevistan a adolescentes sobre su relación con la pornografía y es muy curioso ver la reacción de sus progenitores según van escuchando a sus hijos hablar del tipo de contenido al que han tenido acceso.
Ahora bien, que el problema exista, no quiere decir que compre la solución. Desde mi punto de vista este es un problema de carácter social, y se tiene que tratar por la vía de la educación, no por la vía tecnológica. De hecho, hacerlo, tiene externalidades o efectos de segundo orden en los que deberíamos pensar.
Las externalidades negativas del Pajaporte
La principal crítica que se le puede hacer a la propuesta es que no va a prevenir que los niños accedan a material para adultos. Mientras haya demanda habrá alguien que proporcione la oferta. Igual que en mi época alguien conseguía una revista o una cinta de vídeo, en cada clase, en cada curso, habrá un dealer capaz de proveer material al resto.
¿De dónde saldrá ese material? Es de esperar que las grandes plataformas de contenido adulto cumplan con la norma, al igual que lo están haciendo en otros sitios donde se han implantado medidas similares, véase Pornhub saliendo de Texas. Se da la paradoja de que las grandes plataformas son también las más “limpias” en el sentido de cumplen con mayor esmero con ciertas normas como tratar de evitar publicar vídeos no consentidos. Dicho de otra manera, la propuesta puede empujar a los usuarios a sitios mas oscuros, aquellos cuyos propietarios no muestran el más mínimo interés por cumplir ninguna legislación, no digamos ya moderar su contenido.
Tu clase social también determinará el tipo de contenido al que tienes acceso. Aquellos que puedan pagarse una VPN, lo harán para escapar del control del gobierno. Los que no, terminarán en un Internet más oscuro y también más inseguro. Sus equipos, ya de por sí peores, serán infestados con toda clase de malwares.
Los proveedores de VPN van a hacer su agosto. Todos aquellos que no sabían ni lo que era una VPN, lo van a saber muy pronto. Y al igual que esa VPN les permite escapar del control del gobierno en relación al contenido adulto, pronto descubrirán que también lo hace con la piratería o el acceso a juego online en plataformas fuera del alcance del fisco español.
Finalmente, la medida puede desviar la atención de lo único que, en mi opinión, puede tener un impacto positivo: la educación de niños y padres. Los niños necesitan educación sexual tanto en el colegio como en casa. Los padres deben conocer el problema y cómo abordarlo con sus hijos, y no pensar que todo está bien porque el gobierno ha implementado un sistema para impedir que sus hijos vean porno.
Conclusiones
En conclusión, la Cartera Digital no deja de ser otro ejemplo de tecno-solucionismo que ignora las complejidades de la sociedad.
No todo se tiene que resolver con tecnología. Hay situaciones donde, de hecho, la aplicación de la tecnología puede crear externalidades negativas cuyas consecuencias pueden ser peores que aquello que tratamos de evitar.
La realidad es que los niños van a tener acceso al porno hagamos lo que hagamos. La única solución viable pasa por reconocer este hecho y tratar de dar la mejor educación sexual posible, y no tratar de autoengañarnos poniendo puertas al campo.
Gracias por compartir tu perspectiva.
No puedo estar más de acuerdo cuando intentamos poner parches tecnológicos a una cuestión mucho más profunda. La cual, viene directamente relacionada al tipo de sociedad que construimos y la normalización de según qué cosas, en este caso, la pornografía.
Coincido plenamente con tu enfoque en la educación como la solución más viable y sostenible. Siendo una solución no corto-placista, como la que están aplicando en este caso, desde mi punto de vista.
Un saludo.