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¿En qué se parece un Product Manager a un apostador profesional?
Analizamos Shape Up, el framework de desarrollo de producto que utiliza Basecamp.
Recientemente Ryan Singer, Product Strategist de Basecamp, lanzó un libro gratuito (y muy recomendado por cierto) que recoge la metodología de gestión de producto de la compañía: Shape Up.
Estaba releyéndolo para publicar un resumen del mismo ya que creo que siguen algunos principios muy útiles para cualquier empresa de producto. Mientras encuentro tiempo para ese resumen, creo que hoy me dará tiempo a hacer una breve introducción a uno de esos principios.
Piensa en apuestas, no en proyectos
En Shape Up Singer habla de apuestas en lugar de proyectos o funcionalidades que incorporar al producto. Y tiene mucho sentido que así sea.
Estas apuestas en Basecamp no son más que ideas que han seguido un proceso de refinado durante un ciclo de 6 semanas, las cuales se llevan a una mesa de priorización (betting table) donde la dirección decide por cuales apostar en el siguiente ciclo de implementación.
En una empresa tradicional generalmente esta decisión de priorización se haría en base a iniciativas, proyectos o features. Sin embargo, la terminología importa, y creo que el termino “apuesta” aporta unas connotaciones que nos ayudarían a la hora de esta priorización.
En Shape Up Singer alude a tres características de las apuestas:
Las apuestas tienen una recompensa asociada
¿Apostarías algo sin saber qué es lo que puedes ganar? Lamentablemente esto es el día a día del desarrollo de muchos productos, en los cuales la simple inercia o peor, la necesidad de mantener a todo el equipo ocupado hace que nos embarquemos en desarrollos que no tienen un retorno evidente.
Las apuestas tienen un coste asociado
Para ganar una apuesta hay que jugarse algo. En el caso del desarrollo de un producto jugamos con el tiempo y recursos que nos comprometamos a invertir.
En el caso de Basecamp distinguen entre apuestas pequeñas (2 semanas) y grandes (6 semanas) y, si deciden jugar, protegen el tiempo de esos equipos durante esos desarrollos porque lo que quieren es ganar la apuesta.
Una apuesta inteligente tiene las perdidas limitadas
La gente de Basecamp tiene una aproximación realmente interesante en este aspecto. Si has decidido ir adelante con una apuesta e invertir 6 semanas, esa es la pérdida máxima que la compañía está dispuesta a asumir.
Para que este concepto tenga sentido tienes que ser capaz de abortar todo aquel esfuerzo que haya consumido las 6 semanas sin obtener el resultado esperado. En este caso simplemente asumes que has perdido la apuesta y te centras en la siguiente.
Estas son las tres características a las que Singer alude en Shape Up, pero hay algunas otras que también podríamos utilizar a nuestro favor.
Las apuestas son fáciles de comparar
Las apuestas son fáciles de comparar, sólo tenemos que fijarnos en la ganancia esperada.
Obviamente, no será lo mismo una apuesta con la que esperamos conseguir X que una en la que el retorno esperado es 10X.
Incluyen un factor de incertidumbre
Las apuestas, como cualquier funcionalidad que añadimos a un producto, pueden devolver lo que esperábamos o no.
Por ejemplo, sobre la apuesta que devuelve X del ejemplo anterior podemos tener un factor de confianza del 50%, mientras que aquella con una posibilidad de hacer un 10X tan sólo un 25%.
Apoyándonos en el factor de confianza, podemos calcular el valor esperado de cada una de ellas, que no es más que el retorno que esperamos multiplicado por éste:
Apuesta 1: 50% de X = 0.5X
Apuesta 2: 25% de 10X = 2.5X
Si el esfuerzo a invertir fuera el mismo, la segunda apuesta parece una mejor inversión de recursos que la primera.
Adicionalmente, visibilizar este factor de confianza nos permitirá además iniciar interesantes conversaciones alrededor del mismo. ¿Por qué sólo un 25%? ¿Qué tenemos que hacer para aumentar nuestra confianza? Etc.
En ocasiones es mejor no jugar
Hay momentos en los que ninguna de las posibles apuestas que contemplamos tiene un valor esperado suficiente para que valga la pena invertir recursos en perseguirla.
Es importante reconocer estas ocasiones para dedicar ese tiempo a tareas para las que habitualmente no reservamos tiempo cómo podría ser limpiar deuda técnica acumulada.
Consejos para el buen apostador
Si asumimos que cualquier decisión de producto no deja de ser una apuesta sobre todas las demás opciones sobre la mesa en ese momento, ¿podríamos decir que los mejores Product Managers serán aquellos que mejores apuestas hagan en el largo plazo?
Asumiendo que así sea, bien haría cualquier Product Manager en seguir los principios que cualquier buen apostador utiliza al evaluar una apuesta.
Un buen apostador:
Calcula el valor esperado de cada apuesta, enfrentando el retorno contra el factor de confianza que tuviera sobre la misma.
Utiliza este valor esperado para comparar y escoger la mejor apuesta de entre todas las disponibles
Sabe de antemano cuánto está dispuesto a invertir y corta las pérdidas cuando una apuesta no sale como esperaba
Si ninguna apuesta le merece la pena, elige no jugar y espera a tener mejores opciones en el futuro
Me despido con un último consejo. Por mucho que lo veas en las películas, algo que no debes hacer es intentar tirarte faroles 😅.