Ecología del ecosistema cripto
Análisis de los participantes del ecosistema cripto y sus interacciones. ¿Es bitcoin peor que un esquema ponzi? Retornos “asegurados” del 20% anual. ¿Cuándo parará la música?
En el mundo natural, un ecosistema es un conjunto de individuos de distintas especies que interactúan entre sí y con el medio que les rodea. La ecología es la ciencia que estudia los ecosistemas.
Para que un ecosistema permanezca en equilibrio, las relaciones entre sus miembros tienen que compensarse unas a otras. De lo contrario se producen desequilibrios que pueden derivar en la destrucción del mismo.
Un ejemplo típico de ecosistema que acabó destruido por sus participantes fue la Isla de Pascua en el Pacífico Sur. La sobreexplotación de los recursos por parte de sus habitantes los llevó al desastre ecológico, generando una hambruna que derivó en el colapso total de la sociedad.
Todos los productos que creamos y en los que trabajamos forman parte de un ecosistema. Un ecosistema en el que productores y consumidores participan intercambiando dinero por productos y servicios. Y como en el caso de la Isla de Pascua, ese sistema puede colapsar si no se mantiene en equilibrio.
En el post de hoy analizaremos el ecosistema cripto a partir de su representante más destacado, Bitcoin.
Participantes del ecosistema cripto
Consideraré cuatro participantes principales en el ecosistema:
Mineros: Invierten energía y potencia de computación para generar bitcoins
Compradores y Vendedores: Individuos y/o empresas que compran y venden bitcoin
Exchanges: Plataformas facilitan la compraventa de bitcoin a través de una comisión
A partir de aquí, pasemos a ver las relaciones entre ellos.
El ecosistema cripto
Todo parte de un minero generando bitcoins. De hecho, Satoshi, el creador de bitcoin, fue el minero del bloque original. Para hacerlo, invirtió energía y procesamiento de cálculo.
Esa energía y procesamiento de cálculo se pagan en el mundo real con dinero fiat. Por lo tanto, para recuperar su inversión, el minero tiene que poner a la venta los bitcoins que obtiene como recompensa por su función de asegurar la red y validar las transacciones.
Gráficamente, podríamos representarlo así.
Para que el minero pueda sufragar sus gastos, tiene que haber alguien que decida comprar sus bitcoin a cambio de moneda fiat. Aquí es donde entra la figura del comprador.
El cruce entre oferta y demanda define el precio de mercado. A modo de ejemplo, y para el resto del ejercicio, asumamos que el precio es 40000$. Ese precio debe permitir a los mineros pagar sus costes y extraer un beneficio.
Otro actor importante en el ecosistema cripto son los exchanges. Estos facilitan a los compradores comprar y vender bitcoin, y gran parte de las comisiones que cobran a sus clientes las cobran en cripto.
Y, cómo los mineros, los exchanges también tienen gastos en el mundo real que pagar con moneda fiat. Es por esto que también acudirán al mercado a vender sus cripto a cambio de USD.
Para que el precio del bitcoin mantenga el equilibrio (recordemos que el precio no es si no el cruce entre oferta y demanda), parece evidente que tendrán que aparecer más compradores.
El último participante en el ecosistema son los vendedores. Los vendedores en realidad son compradores que han pasado a querer deshacerse de cripto en lugar de seguir acumulando. Los separo simplemente para hacer los flujos más sencillos.
Gráficamente, serían el tercer actor que vuelca bitcoins en el sistema con la idea de extraer moneda fiat. De nuevo, como los compradores son los únicos que aportan USD al ecosistema, es necesario que sigan aumentando sus ingresos, bien porque aumenten sus compras, bien porque aparezcan nuevos compradores.
Detengámonos un momento para observar los flujos de entrada y salida de bitcoin al ecosistema. Mineros y exchanges están forzosamente obligados a vender bitcoins para poder sufragar sus operaciones en el mundo real. Los vendedores venderán dependiendo de sus expectativas futuras del precio de bitcoin.
Ahora pensemos en los compradores. ¿Para qué compra alguien bitcoin? O lo que es lo mismo, ¿para qué sirve bitcoin?
En el 99% de los casos, el único objetivo de quién compra bitcoin es volver a venderlo en el futuro. Bien sea porque quiere especular con él (caso mayoritario), bien sea porque necesita protegerse de la inflación en su país (caso Venezuela o Argentina), o porque se trata de un ciberdelincuente o un evasor fiscal, el fin último de ese comprador no es conservar bitcoin eternamente. En el momento quiera gastar su dinero, tendrá que venderlo y convertirlo a USD.
Comparadlo con el de una empresa del mundo real. Apple por ejemplo, en lugar de bitcoins crea iPhones. Quien se compra un iPhone no lo hace con la idea de venderlo. Lo hace porque quiere utilizarlo. Dicho de otra forma, un iPhone tiene un valor real de uso distinto al de su simple venta.
Pero volvamos a bitcoin. Imaginemos que el precio que daba equilibrio al sistema cae a la mitad (Bitcoin ha caído un 70% en los últimos seis meses, así que es un escenario muy de actualidad).
Como comentábamos, mineros y exchanges tienen gastos del mundo real. Gastos en muchos casos fijos que se pagan en moneda fiat. Pero como el precio del bitcoin ha caído, la única forma que tienen de sufragarlos es poner más bitcoins a la venta en el mercado, añadiendo aún más presión vendedora.
Vender más bitcoin significa aumentar la oferta. Y como el precio es función de oferta y demanda, la única forma de mantenerlo será encontrar más compradores.
Y he aquí el principal problema de bitcoin, y cripto en general. La única forma de sostener al ecosistema es atrayendo a más y más compradores. Y la forma de hacerlo es invirtiendo en publicidad y marketing, lo que también, oh sorpresa, también se paga con dinero fiat.
Imagino que aquí ya estáis viendo el punto de ruptura del sistema. En el planeta tierra hay un límite superior de seres humanos a los que les pueda interesar cripto. ¿Qué va a pasar cuando lleguemos a ese límite? Si nos atenemos al estudio de la ecología, el colapso parece inevitable.
Ni siquiera es un juego de suma cero, en el que uno gana lo que el otro pierde. Cripto es un juego de suma negativa, todos perderán. La única forma de ganar es retirarte antes que el resto.
Cripto ¿peor que un ponzi?
Retirarse antes que el resto también es la clave para salir airoso de un esquema Ponzi. Bernie Madoff estuvo 20 años ofreciendo retornos del 20% anual a los partícipes de su supuesto fondo de inversión.
Si hubieras invertido con Madoff en el inicio de su fondo y te hubieras salido al decimonoveno año, te habrías hecho millonario. Lamentablemente, como en cripto, la necesidad expansiva de atraer nuevo capital hace que la mayor parte de los nuevos partícipes entren en las últimas etapas de la estafa.
La psicología también juega en tu contra. ¿Por qué vas a retirarte de algo que te ha estado dando un 20% anual durante 19 años? ¿Dónde vas a encontrar en el mercado una rentabilidad similar? Salir de un ponzi a tiempo es muy complicado.
Hay quien dice irónicamente que no es justo para los ponzis compararlos con cripto. Cuando un ponzi estalla, generalmente hay una persona o entidad con patrimonio al otro lado que se puede reclamar. Por ejemplo, en el escándalo de Madoff, de 20.000 millones de dólares que le dieron los inversores, la justicia logró recuperar el 70%. Todos los inversores con menos de 1.6 millones invertidos recuperaron el 100%.
Por contra, Bitcoin y cripto se comportan más como un esquema típico de pump-and-dump, o “inflar el precio para vender”. Bajo estos esquemas, agentes del ecosistema privados se unen para hinchar el valor de un activo artificialmente con el único objetivo de vender sus participaciones antes que el resto. A la hora de reclamar, no habrá nadie al otro lado.
La descentralización de cripto es el paraíso para los estafadores. No en vano, los rug pulls, estafas organizadas con el único objetivo de llevarse el dinero de los incautos inversores, se cuentan por centenas.
Otra razón para pensar que cripto es peor que un ponzi es el desastre medioambiental que supone. Al menos Madoff no destruía el medio ambiente al tiempo que estafaba a sus inversores.
Retornos del 20% anual
Vitalik Buterin, creador de Ethereum, y una de las personalidades más honestas en el mundo cripto publicaba hace unos días este tuit:
Si algo te promete un 20% anual libre de riesgo, con muchísima probabilidad se trate de un ponzi. No te rompas la cabeza pensando que esta vez es diferente y que con nuevas técnicas como el yield farming y staking se pueden conseguir esas rentabilidades.
En esos casos sólo hay dos opciones. O es directamente un ponzi, o el riesgo que asumes se sale de la escala. ¿De qué te sirve un 20% de retorno anual si tu vehículo de inversión colapsa a los seis meses?
Haz caso a Vitalik.
Jugadas desesperadas
Los retornos “garantizados” del 20% e incluso superiores que estamos viendo no son sino una última estrategia desesperada para atraer a más carne fresca al sector.
Unido a la jugada maestra de llamar stablecoins a monedas que son de todo menos estables, esa supuesta rentabilidad garantizada ha atraído a perfiles que probablemente no hubieran invertido en cripto directamente.
Las cartas de los afectados en el caso Celsius son un auténtico drama.
Doc 145, filed July 22, 2022:
Currently I have my entire life savings & retirement invested in Celsius in the stable coin USDC in the amount of $205,001.66 I cannot begin to tell you the level of devastation and horror I felt when Celsius froze withdrawals.
Having my funds frozen has been devastating to me and my family both financially, mentally, and physically. I cannot sleep most nights and am over-whelmed with worry and dread for my family’s future. I have two small children. A 3-year-old daughter and a 2-year-old son. I am the sole bread winner for my family, and I pride myself on making smart financial and parental decisions for them to provide a better life and a bright/positive future.
I was going to be using my funds to finish building my home and complete the construction of my property that has already been underway for over 1 year. I am currently left scrambling trying to figure out ways to get myself out of this mess that Celsius has put me in.
Es difícil pensar que casos como la bancarrota de Celsius o el colapso de Terra/Luna no vayan a añadir presión regulatoria a cripto. Y regulación significa tener que ser mucho menos agresivo para captar compradores, lo que como hemos visto al analizar el ecosistema, es en lo que se basa todo el castillo de naipes.
¿Cuándo parará la música?
Si has llegado hasta aquí y compartes el análisis, verás que el colapso parece inevitable. La única incógnita a despejar es cuándo se acabará el influjo de nuevos compradores. Pero si no lo compartes, aquí te dejo un paper de Nassim Nicolas Taleb en el que argumenta por qué el valor de bitcoin es cero.
Yo no llegaría a afirmar que se irá a cero, su uso como herramienta para ciberdelincuentes y evasores fiscales está ahí. Y por supuesto, podemos contar con que siempre habrá seres humanos tratando de especular. Cuando el ecosistema de la Isla de Pascua colapsó, se calcula que murió el 90% de la población. En cripto el colapso puede ser algo parecido. No será una extinción completa, pero casi.
¿Cuándo parará la música? Si pudiéramos responder a esa pregunta seríamos todos millonarios. Sería tan fácil como comprar al inicio y vender cerca del pico. Sería el equivalente a comprar en el año uno de Madoff y vender en el 19. La realidad es que nadie es tan inteligente. Es imposible saber cuánto recorrido le queda a un esquema de este estilo.
Los invertidos en bitcoin te dirán que todavía es pronto. Que cripto todavía tiene que llegar al mainstream y eso aumentará la demanda por los bitcoins actuales. Francamente, leyendo los testimonios del caso Celsius y habiendo visto a Matt Damon anunciando Crypto.com en la Super Bowl me resulta complicado pensar que quede mucha gente por llegar al ecosistema.
Otra aspiración de los bitcoiners es la adopción por parte del mundo empresarial. Elon Musk fue pionero haciendo que Tesla comprara 1500 millones de dólares en Bitcoin el año pasado.
El problema es que las empresas se deben a sus accionistas y, ante la menor posibilidad de perder parte del capital invertido, venderán a toda prisa. La propia Tesla reconocía en su reporte del último trimestre haber vendido el 75% de su cartera de bitcoin.
Más que diamond hands, las de Tesla han sido paper hands, acrónimo que se usa para referirse a vendedores con las manos débiles que venden al primer revés del mercado.
Sea como fuere, por las relaciones entre los participantes del ecosistema, Bitcoin durará lo que dure el influjo de nuevos compradores. Pueden ser meses o pueden ser años, pero tengo pocas dudas de que el sistema se enfrenta al colapso.
Y como en cualquier otra burbuja especulativa, el colapso dejará atrás millonarios y arruinados. En muchos casos es el precio a pagar por el avance de una tecnología. Los early adopters asumen los beneficios y los riesgos de las mismas.
Los inicios del ferrocarril en EEUU fueron similares. Decenas de empresas nacieron atrayendo a miles de inversores particulares con la promesa de generar pingües beneficios con el transporte en ferrocarril. La mayor parte de ellas quebraron perdiendo todo lo invertido. Pero las vías que estos habían financiado ya estaban ahí.
No me cabe duda de que la tecnología blockchain, el equivalente a las vías de ferrocarril del mundo cripto, llegará a tener algún caso de uso en el mundo real. Cuando el sistema colapse, las vías estarán ahí. De esa forma podrán venir generaciones posteriores que, ojalá esta vez, puedan construir productos y servicios que no se basen en ecosistemas autodestructivos.
Lamentablemente el precio que vamos a pagar va a ser extremadamente alto. Ya no es sólo todo el capital que van a perder los inversores particulares, los dramas personales, o los daños al medioambiente. Es también el impacto en toda una generación de chavales, la GenZ, que sólo conoce el mundo de la inversión a través de cripto.
Os recomiendo daros una vuelta por la cuenta de Twitter TikTokInvestors para ver el tipo de mensajes al que se les está exponiendo.
El impacto de toda una generación siendo masacrada financieramente es algo que está por ver, pero que probablemente tendrá serias repercusiones en el largo plazo.
Dile a un chaval que lo ha perdido todo invirtiendo en la última moneda perro (no me lo invento), que es importante ahorrar en el futuro e invertir en el mercado para tener una cartera a largo plazo que le permita llegar a la jubilación con cierta seguridad.
Díselo a ver qué cara te pone.
La importancia del ecosistema
La salud del ecosistema en el que participamos como creadores de productos y servicios es importante. Un sencillo análisis de sus participantes y sus relaciones entre ellos, nos puede permitir ver si está equilibrado o por el contrario existe algún desequilibrio que puede hacerlo saltar por los aires.
En el caso de Bitcoin, la presión vendedora de los participantes del mismo influye en la cantidad de oferta disponible, lo que a su vez deprime los precios salvo que haya un aumento constante del número de compradores. Parece evidente que esto puede no ser sostenible a largo plazo.
Podríamos decir que el ecosistema de Bitcoin es inherentemente frágil. La volatilidad de su precio, no es más que el reflejo de esta característica.
Si fuera un desarrollador de Bitcoin o de cualquier producto cripto en general, me preocuparía mucho de tratar de dar un valor de uso a mi producto. Si el principal uso es la simple especulación, el colapso será inevitable.
En cierto modo conocer el ecosistema también nos ayuda a decidir qué tipo de productos construir alrededor. Por ejemplo, si fuera un Product Manager o emprendedor construyendo sobre Bitcoin, lo haría orientado a explotar la volatilidad inherente del sistema.
Por el contrario, dejaría de lado cualquier desarrollo que sufriera con la volatilidad, como podría ser cualquier aspecto relacionado con Bitcoin como medio de pago, sistema de ahorro o préstamo.
Y hasta aquí, que ya va siendo hora. Espero que hayáis disfrutado del post. No tengo pensado cerrar por vacaciones, así que nos vemos como siempre el próximo domingo.
Concuerdo absolutamente en todo.
Yo dulo usar una analogía, en donde comparo a la Blockchain con la fisión nuclear.
Cuando el ser humano pudo controlar la reacción nuclear, unos de los primeros productos derivado de esa nueva tecnología, fueron las bombas atómicas, que en mi analogía serias las crypo monedas.
Hoy, y luego de tanta muerte y destrucción, hemos encontrado finalmente un uso sustentable y ambientalmente amigable. Y es la creación de energía más limpia que disponemos actualmente. Irónicamente, gran parte de ella la invertimos en minar.
Abrazo desde Argentina, valoro mucho cada uno de tus post.