Arbitrando el futuro
Ver el futuro no es cuestión de ciencia ficción. Explicamos en qué consiste, cómo desarrollar la habilidad, y cómo explotarla para construir mejores productos y negocios.
Cuando era un chaval, allá por el año 94/95, llegó a España un juego de cartas coleccionables llamado Magic The Gathering que se extendió como la pólvora entre los frikis de la época.
Digo frikis porque se introdujo a través de una incipiente red de tiendas independientes de juegos de rol y estrategia que, en general, eran desconocidas para el gran público. Por alguna razón, yo me encontraba entre ellos y las dichosas cartitas se terminaron llevando gran parte de mi adolescencia, y algún curso que otro por el aire. Pero eso es otra historia 😅.
El juego fue una auténtica revolución para las tiendas, y algunas de ellas, las que consiguieron arbitrar el futuro, hicieron cantidades ingentes de dinero.
El arte de arbitrar el futuro
El término arbitraje viene del mundo económico, y se refiere a la práctica de sacar un beneficio operando entre dos o más mercados. Por ejemplo, cuando el euro estaba fuerte respecto al dólar, había una posibilidad de arbitraje en comprar iPhones en EEUU y traerlos a Europa para revenderlos.
Esto precisamente era lo que hicieron los tenderos de Magic que más tajada sacaron. Por distintos motivos algunos de estos tenían conexiones con EEUU, bien porque habían estudiado allí, bien porque tenían familia, bien porque ya tenían contactos establecidos por los juegos de rol. Y esta conexión con EEUU, les permitía, literalmente, ver el futuro.
Veían el futuro porque podían observar de primera mano cómo el juego arrasaba en las tiendas estadounidenses, y anticiparon, correctamente, que el fenómeno no tardaría en llegar a España. Así, con esta información, pudieron ser los primeros en establecer contactos con el fabricante e importar el producto a nuestras tierras.
No es el único ejemplo del poder de arbitrar el futuro que me daría Magic. El juego tenía una vertiente competitiva y, hacer la mejor baraja con las cartas disponibles en el momento, te daba una gran ventaja de cara a los torneos patrios. Pero el acceso a esta información era desigual, y de nuevo, los que podían acceder a los resultados de los últimos torneos en EEUU, siempre partían con ventaja.
Arbitrar el futuro es la base de muchísimos negocios. Ver qué pasa en aquellos mercados más adelantados que el tuyo para replicarlo es, por ejemplo, la base del éxito de una empresa tan aparentemente tradicional como Mercadona. Y es que lo que no sabe mucha gente es que el germen del Mercadona de hoy día fue un viaje de Juan Roig a EEUU donde descubrió el modelo de Sam Walton en Walmart. Por cierto, la biografía de este último es una gran lectura: Sam Walton: Made in America.
Ya si hablamos de Internet, este proceso de replicación de modelos de negocio se industrializó hasta el punto de montar empresas especializadas en hacerlo, los llamados Venture Builders. Uno de los más famosos en Europa es Rocket Internet, conocido por haber lanzado Zalando imitando el modelo de negocio de Zappos en EEUU.
¿Cómo podemos posicionarnos para arbitrar el futuro?
Si has llegado hasta aquí espero haberte convencido de las ventajas que puede darte vivir con un pie en el futuro. Ahora bien, ¿podemos de alguna forma ponernos en situaciones que nos permitan arbitrarlo?
Aquí van algunas ideas sobre cómo hacerlo.
Acércate a la fuente
Pese a la globalidad y el acceso a la información que nos ofrece Internet, estar cerca de la fuente, cerca de donde pasan las cosas, es clave para poder ir un paso por delante.
Si eras un comerciante en el siglo XV, ese lugar era Venecia. Si trabajas en Internet hoy en día, ese lugar es Silicon Valley.
Y es que para cuando llega la noticia del lanzamiento de un producto a Internet, es más que probable que un grupo cerrado en el valle ya lleve semanas trasteando con el mismo.
Puedo incluso que Silicon Valley sea ya el pasado. La mitad del planeta vive en este círculo azul en Asia. Es difícil pensar que las próximas tendencias globales no vengan de allí. Para muestra, TikTok.
Observa a las nuevas generaciones
Muy probablemente los chavales de 14 años están definiendo las tendencias de lo que será común dentro de la próxima década.
Ejemplos recientes los tenemos en plataformas como Twitch, que hace 10 años eran el nicho de unos cuantos frikis y hoy en día las marcas no saben qué hacer para penetrar ahí.
Al igual que puedes mudarte cerca de la fuente, también puedes buscar empleos enfocados en estos segmentos. Esto hice yo precisamente al cuando me moví a Voicemod por ejemplo, donde nuestros usuarios son principalmente GenZ y Gen Alpha. Os aseguro que eso me permite ver el futuro muy de cerca a diario.
Ficha a gente con experiencia
Hace unos meses leí un artículo en HackerNews en el que se argumentaba que los seniors viven en el futuro. No puedo estar más de acuerdo.
Imagina a tú yo dentro de cinco años. Imagina la cantidad de errores que habrás cometido y las lecciones aprendidas. ¿Cuánto pagarías por fichar a tu yo del futuro?
Cuando fichamos a un sénior, fichamos a una persona que generalmente ha vivido ya en el futuro y pasado por muchos de los problemas que nos encontraremos. Esa experiencia vale su peso en oro.
No es de extrañar que los fondos de capital riesgo apuesten por emprendedores exitosos en el pasado. Apostar sobre alguien que ya ha levantado y triunfado con una empresa, es hacerlo sobre alguien que ya ha vivido el futuro de la siguiente.
Lee, aprende idiomas, viaja…
Ya a nivel más personal, hay ciertas actividades que literalmente te ponen un paso por delante. Por ejemplo, el simple hecho de aprovechar tu tiempo de ocio para leer no ficción, aprendiendo sobre nuevas disciplinas, en lugar de lobotimizarte con la televisión.
Aprender otro idioma que al mismo tiempo te permita acceder a conocimientos y redes que de forma nativa quedan fuera de tu alcance.
Viajar, conectar con otros ecosistemas y experiencias. Recorrer las calles de Shanghái, Seúl o Singapur te acerque probablemente más al futuro que ninguna otra cosa que puedas experimentar hoy en día.
El futuro no espera
Hay muchas otras formas de arbitrar el futuro. Hacer customer research, revisar estudios y analizar tendencias macro, acudir a conferencias y hacer networking con quienes estén a la vanguardia.
Pero son ya casi las 12 de la noche del sábado y va tocando cerrar el envío de mañana. Si estás leyendo estas líneas de cierre, espero que este artículo te haya dado al menos que pensar 😀.
Recuerda, el futuro no espera y siempre va un paso por delante de nosotros. Pero el simple hecho de estirar el cuello y echar un ojo a lo que viene, nos puede dar la oportunidad de arbitrarlo y aprovecharnos de ello.